sábado, 31 de octubre de 2009

La Producción Nacional Independiente y las Niñas y los Niños! (Programa N° 34)


El mensaje, la palabra, el medio, son términos hoy muy en boga, con cuanta frecuencia los conseguimos en los elocuentes discursos. Sí el número de veces que éstos aparecen en los medios de difusión masivos fueran un indicador, en proporción directa, de las políticas concretas del Estado en las que se traduce, otra sería nuestra realidad. Estós términos se han convertido en el comodín, han perdido significado y valor, cuantos titulares noticiosos ocupan por máximo un mes, las primeras páginas y las editoriales: “la guerra medíatica”, “el terrorismo mediático”, “la guerra de 4ta. Generación”, “el latifundio Radio eléctrico”, “el latifundo semiótico”, “La ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión”, “Los medios Alternativos y Comunitarios”, “Los Productores Nacionales Independientes”, “La promoción de la música Venezolana”, “La Payola”, “etc.”, ¿Cuantas de estas sentidas preocupaciones se convierten en REVOLUCIÓN, en verdaderos cambios de paradigmas, en esas transformaciones cualitativas que nos hagan pensar que estamos iniciando un nuevo orden?, ¿Cuanto hemos logrado salvar de la lógica del capitalismo?. Esta pregunta es obligada en cada momento si se quiere superar la trampa gatopardiana, si se quiere resolver el nudo gordiano.

¿Dónde esta la trampa que debemos evitar? ¿Será en nosotros, será que el capitalismo anida en nuestro ser, ese ser social que luego se refleja en nuestra conciencia social y en nuestras prácticas habituales? ¿Será que hace falta cuestionar y des-burocratizar el pensamiento, nuestras maneras de abordaje de los problemas?¿Será que debemos inventar, correr el riesgo de equivocarnos y ver desde nuestro contexto, sin abstracciones rimbombantes venidas de otras latitudes que nada tienen que ver con nosotros? ¿Será que debemos planificar a mediano y largo plazo, sotenidamente evitando el afán del conto plazismo o inmediatismo? ¿Será que debemos escucharnos?¿Será que debemos atrevernos a caminar por nuestras calles, hablar con nuestras gentes, recuperar nuestra esencia de pueblo?

Quizás lo más grave de la banalización y superficialidad con la que podamos tratar este tema, es la incidencia de estos fenómenos en un segmento de la población indefensa, en formación, ávida de saberes y pareceres, pero sin la posibilidad de filtros, de pensamiento crítico, de herramientas reflexivas, que le puedan ayudar a contrarrestar, compensar o evitar los efectos nocivos del uso irresponsable o intencional de los medios, del mesaje, de la palabra, del lenguaje. Los Niños, Niñas y adolescentes, sujetos de derecho desde la LOPNA, luego refrentado en nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, desde nuestra ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión y desde nuestra Ley Orgánica de Educación, la del 1981 y la novísima de 2009.

Citemos, para poner en contexto del Art. 14 de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión,
“Los prestadores de servicio de radio y televisión deberán difundir, durante el horario todo usuario, un mínimo de tres horas diarias de programas culturales y educativos, informativos o de opinión y recreativos dirigidos especialmente a niños, niñas y adolescentes, presentados acorde con su desarrollo integral, con enfoque pedagógico y de la más alta calidad....(omisis)”

La sanción prevista para el incumplimiento de esta disposición, esta establecida en el artículo 28, numeral 3, literal h), de la referida ley, con una multa de entre 0.5hasta 1% de los ingresos brutos causados en el ejercicio fiscal inmediatamente anterior. Podríamos seguir buscando normas y nos sorprenderíamos de lo numerosas y claras, ahora, la pregunta ¿la norma sirve para corregir las desviaciones, excepcionales, de la realidad? o ¿plantea un supuesto distinto a la realidad, un estado deseable, un horizonte al que se apunta, de ser así que debe hacerse para transformar a la realidad y encausarla hacia ese cambio histórico?

Nos inclinamos por la segunda opción, es alli donde la política debe con todos sus recursos abordar “en Cayapa”, la construcción de la nueva cultura, la nueva educación, los nuevos valores, todos los entes del poder del Estado, deben orientar sus esfuerzos para que asi sea de lo contrario, como ya hemos mencionado en otros programas, la norma no hace cuerpo social, y se convierte en letra muerta, en buenas intenciones y pasa a engrosar las bibliotecas de las universidades y de las academias.

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